Hace tiempo no escribía, no tenía grandes motivos, muchas cosas han cambiado, y
yo pierdo los estribos. Me parece una locura, voltear hacia el pasado, y
observar la coyuntura, de todo lo que he logrado.
Hoy por hoy, no vivo sola, he vuelto a
casa de mi madre, y aunque parezca poca cosa, para mí es un paso
grande. Aún después de haber amado, cada instante en el Acacio, he
empezado a ver más claro, y ahora avanzo más despacio.
Ya no voy con tanta prisa, ni en el
amor ni en el trabajo, aprendí a escuchar mi propia risa, y soportar los
altibajos. Y a pesar de las mil dudas, mi camino he retomado, al frente llevo
mi música, y las letras al respaldo.
Sigo yendo tras mis sueños, pues así me
han enseñado, y no obstante los tropiezos, no me rindo ni me canso. Justo
empiezo otra aventura, descubriendo un nuevo mundo, que ha llenado de cordura,
lo que parecía inmundo.
Y es que en este, mi planeta, existe
más de un idioma, y aunque parezca indiscreta, todo tomo siempre a broma. Pero
con todo y relajo, he creado muchas lunas, que orbitan en mi espacio, y me
hacen como ninguna.
Un mundo con muchos mundos, ese ha sido
el comentario, que resultó tan profundo, que me hizo volver al diario. Este
blog en donde exploto, letra a letra mis ideas, y con tanta paz provoco, con
frecuencia un par de apneas.
Así pues he descubierto, que a pesar de
mis errores, cada día voy creciendo, superando mis temores. Que en el centro de
este astro, arde el magma de mi fe, y después de este hallazgo, más seguido
escribiré.