jueves, 6 de octubre de 2016

Llamada perdida


Ella no esperó que algún día pudiera necesitar la ayuda de aquél hombre que hacía tantos años atrás le había roto el corazón. No entendía cómo o por qué fue que esa noche, simplemente lo llamó.

Rondaban las once de la noche, ese momento en que comienzas a creer que será perpetua, donde el silencio comienza a apoderarse del espacio y tus sentidos explotan. Se sentía mal, sí, pero no entendía por qué, de entre todas las personas a las que podía llamar para desahogarse, lo había elegido a él.
Tenían años sin hablar, ella, asfixiada por el rencor se negaba a dirigirle la palabra; él, preso de sus sentimientos -pues a pesar de haberla defraudado, aseguraba que aún la amaba- trataba de evitarla.

Ambos, estaban de acuerdo en una cosa. No era necesario más dolor.

Pero esa noche, algo en su interior le exigía a gritos que hablara con él. no sabía que diría, sólo esperó el tono de llamada. Timbró 3 veces y después sucedió,.. la voz que esperaba oír, no fue la que dijo "¿Bueno?", y cuando al fondo escuchó que él decía "¿Quién es amor?", supo que se había equivocado esa noche su corazón, y colgó.

Más, cuál fue su sorpresa cuando al día siguiente el devolvió la llamada argumentando haber reconocido el número. Y a pesar de que en su interior aún sentía con fuerza la necesidad de hablar con él, decidió sólo decir "Disculpa, llamé por error".

Un par de noches más tarde el papel había cambiado, y conociéndola mejor que nadie, supo que no había sido un error. Era él ahora a quien le consumía en su interior el deseo de hablarle, pero sabía, que después de lo que sabía ella ahora, nunca más le contestaría y decidió simplemente dejar una llamada perdida.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Hermosa casualidad

No sé cómo llamarle a lo que siento. Aún no te conozco y ya creo que te quiero. Haz creado una batalla en mi interior, una revolución en mi mente, un ataque al corazón. Sabes jugar con las palabras tal como a mi me gusta, comprendes esa magia que yo encuentro en las letras...
Y me sorprende cada vez más, como hay amores que llegan como una estrella fugaz...Que vienen de la nada, te deslumbran y se van. Pues aún no he visto tu sonrisa, pero la puedo imaginar, y sin conocer tus ojos sé que en ellos me podría extraviar...Porque cariño mío, lo que siento por ti no es sólo emocional, sino también una atracción intelectual. Y te has vuelto para mí, una hermosa casualidad.