Cuando te conoci no imaginé que llegarías a ser tan importante para mí, llegaste a mi vida de una forma completamente inesperada: mediante un mensaje de whatsapp. Quién iba a creer que realmente las redes sociales pueden mostrarte al verdadero amor de tu vida...
Después de haber estado hablando días y noches enteras por teléfono, un día finalmente me animé a irte a ver. No sé de dónde me nació la valentía para cruzar la ciudad entera e ir tu encuentro, pero lo hice. Cuando te vi mi corazón se desconcertó, eras una persona totalmente distinta a lo que siempre había imaginado para mí sin embargo, ya estaba perdidamente enamorada de ti.
Comenzamos hablar todo el día, pronto me pusiste como número gratis y entonces, una noche o más bien madrugada, mientras platicábamos con el corazón abierto nos dijimos mutuamente que nos profesabamos ya un amor sincero.
No sólo me sorprendí cuando te escuche decir que me amabas sino también cuando de mi boca salieron las mismas palabras.
Yo juraba que no me iba a volver a enamorar, me decía a mi misma que me podían lastimar. Pero tú desde el inicio fuiste totalmente diferente. Algo en tu mirada me cautivó completamente y sólo verte a los ojos me hacia un nudo en el estómago. Ah y qué difícil fue besarte por primera vez, estaba tan nerviosa y emocionada que no podía parar de reír.
Cuando por fin me atreví a decírselo a mis padres tú estabas parado junto a mí, tan erguido y galante, realmente valiente, realmente enamorado.
Fue maravilloso saber que contábamos con su aprobación y su apoyo y ver que poco a poco ibas formando parte de mi familia me llenó de esperanza. Una renovada esperanza en el amor que aumentó notablemente mis ganas de ser feliz, contigo.
Hoy por hoy, puedo contar un sinfín de hermosas vivencias a tu lado que han llenado mi corazón de alegría, pero sobre todo de amor.
Momentos contigo qué me han hecho crecer como persona y que sin duda alguna me han hecho creer en mí creer en ti, creer en nosotros, en lo que somos y lo que podemos lograr juntos.
Paso a paso, de la mano, vamos siempre hacia delante, persiguiendo sueños, los tuyos, los míos, los nuestros, esos sueños que ahora sabemos que podemos alcanzar.