Hola niño, tenía años preparándome para hablarte, he escrito esta carta cientos de veces pero no me había atrevido a enviarla, pero será hoy, te la mandaré, porque al fin he descubierto que es lo que quiero decirte; me gustaría saber si aún recuerdas nuestra historia, éramos sólo unos niños cuando nos enamoramos, once años, la inocencia inundaba nuestros rostros y el vernos iluminaba nuestras miradas, todo era tan sencillo, nos amamos sin saberlo, desde el principio sin pensarlo, nos pusimos de acuerdo, y ahí estábamos cada día sentados en las escaleras, siendo felices con sólo estar ahí, el uno junto al otro, platicando de nosotros sin buscar un fin; no pensamos en ser novios, sólo nos dedicamos a querernos, una sonrisa tuya provocaba en mí mil y un emociones, semana tras semana éramos simplemente un par de amigos, unos niños...pero de a poco todo fue cambiando, fuimos creciendo y aunque nos seguíamos queriendo, uno maduró antes que el otro, y pronto se interpuso entre nosotros la idea de un noviazgo, pero nos dió miedo, teníamos cuatro años cultivando un amor inocente, como los de los cuentos de hadas, éramos felices así, ¿Por qué dejar todo atrás para empezar de cero? Ni tú ni yo pudimos tomar esa decisión, ambos queríamos y a la vez no, y terminaste enojándote, y te fuiste de mí y al siguiente fin de semana alguien me presentó a tu recién adquirida novia, Alicia, una chica maravillosa ciertamente pero no se valoraron mutuamente y terminaron en una separación, y volviste a mí, quisiste volver a empezar, pedir perdón y que te volviera a amar, y te dije que no podía volver a amarte y entonces una lágrima corrió por mi mejilla seguida de muchas más y ya no supiste que hacer, el verme llorar te hizo darte cuenta de que eso era un adiós y entonces sin darte cuenta tú comenzaste a llorar también y ya ninguno dijo nada, sólo te inclinaste y me diste un beso, y entonces me fui, no miré atrás, caminé hasta alejarme por completo de ti y justo ahora soy yo quien quiere volver, quiero recordar la mejor etapa de mi vida porque nunca dejé de amarte a ti mi niño, aprendimos juntos muchas cosas y lo agradezco pero sé que si vuelvo todo sucederá de nuevo, nos sentaremos en las escaleras a hablar, y uno al otro nos veremos y sé que eso que de ti amo, ya no estará ahí, esa inocencia se ha perdido y entonces nada será igual por eso mejor me despido de ese sueño, quizá la almohada me lo devuelva algún día, no lo sé, pero siempre podrás escribirme y ten por seguro que te responderé, pero no vuelvas por favor, estamos ahora a millas de distancia, y tú mi niño aún estás aquí, escucho tu risa, casi puedo vernos correr tras un balón, sabiendo inconscientemente que en el amor está la perfección.
Por siempre tu niña,
Free.